lunes, 10 de diciembre de 2012

La intervención durante el juego entre el contenido demandado… y la formación del jugador experto. (Jorge Nella, para Pavia)



¿Qué es la intervención durante el juego?

Es la mediación del docente con los alumnos, poniendo luz verde o luz roja en la forma o el modo de jugar, o una atenta y expectante luz amarilla.

¿Qué implica el hecho de intervenir?

Implica la existencia de una demanda, de un contrato y de una serie de cuestiones generalizadas en lo siguiente:

ü      Toda intervención en el contexto de una SAL implica la generación de un tiempo-espacio artificial; es decir, la intervención en una SAL no es un episodio natural sino que se halla construida y atravesada por discursos que se van conformando a través del tiempo.
ü      La intervención se origina a partir de un tipo de demanda, es decir, el contenido será percibido como fenómeno dinámico dado por el sentimiento de obligación por parte de los docentes y el derecho por parte de los alumnos quienes solicitan algo que consideran justo, merecido o necesario en ciertos momentos de la vida cotidiana de la institución educativa.
ü      La intervención forma parte de un devenir contractual, en tanto que “hace actuar” a ambas partes involucradas, es decir, la intervención en el contexto de la SAL se expresara como contrato metodológico (como un conjunto de reglas acordadas explicita o implícitamente) que de una u otra forma le impone un orden, una forma de ley, de organización y de gramática que le confiere dirección al hacer.     

¿Qué nos permite entender el contenido como una demanda?

Analizarlo como un estado de tensión, entre el deber (por parte del docente) y un reclamo (por parte del alumno/a).

¿Cómo se percibe el grupo de clase desde este lugar?

  1. Un lugar de obligación: horarios, lugar, etc.
  2. Un lugar de confrontación: confrontación entre las necesidades del adulto y las de los niños/as, entre las aspiraciones del docente y los anhelos del alumno/a.
  3. Un lugar de diferencias: No solo morfológicas o de facilidad de aprendizaje, sino mas bien, en que no todos persiguen los mismos fines a la hora de jugar, no todos se mueven por el mismo deseo.
¿Qué problemas puede tener el docente a la hora de plantear una SAL?

    1. ¿Cómo hacer que los alumnos pasen de la obligación a la motivación?, es decir, ¿Cómo hacer que se sientan mas implicados en los fines que queremos promover con el juego?
    2. ¿Cómo hacer que los alumnos pasen de la confrontación a la relación? ¿Cómo hacer que nazca entre el docente y el alumno esa especie de “complicidad” sin la cual no hay verdadera comunicación lúdica?
    3. ¿Cómo hacer para que en la heterogeneidad de la clase todos estén motivados y cada uno se sienta valorado?
¿Qué sucede si comprendemos a la SAL como un sistema social en el que existen conflictos de poder, de atracción, rechazo y de constante negociación?

Esto nos lleva al entendimiento de que la construcción de un “contenido” no puede ser entendida en forma unidireccional de influencia que va del docente al alumno/a, sino que todos los miembros que forman parte de el, afectan y son afectados.

 El maestro, entre el saber del jugador experto y el saber enseñar

¿Qué hace el maestro cuando propone una SAL?

Hace uso de ciertos saberes que podemos denominar “el saber del jugador experto” y “el saber del enseñante”.

¿Qué características tiene el maestro “como jugador experto”?

El maestro, recurriendo a una diversidad de procedimiento, desde el acompañamiento verbal, la ayuda de un alumno como referencia, un comentario, una demostración, etc. Intenta “sostener” un saber que cree necesario para mantener y nutrir el juego; es decir, el maestro como “enseñante” debe ejercer un corrimiento hacia el “jugador experto”,con la intención de que el resto de los alumnos puedan visualizar el o los saberes que necesitan, en virtud de poder sostener o mejorar su juego. 
Así, de forma moderada y en los momentos apropiados, para no quebrar el campo lúdico, el maestro/a va a alternar o hacer que sucedan tiempos de acción en el juego y breves momentos de reflexión sobre una experiencia que se esta poniendo en juego o cree el docente que es necesario experimentarlo para sostener o enriquecer el juego.
Para concluir; la intervención va a ser un dispositivo de recontextualizacion de un contenido demandado, teniendo en cuenta que el mensaje educativo siempre será doble en el sentido de que mientras se habla de algo especifico, como el juego por ejemplo, se esta hablando de otras cosas a la vez (la manera correcta de comportarse, lo que esta permitido decir, etc.)

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